El Tantra es un camino espiritual origen del Yoga en Oriente y que como todo yoga lo que intenta es llevarnos a encontrar nuestra verdadera naturaleza, trascender la mente, el ego, el "yo", para expandir nuestra conciencia al Espíritu que realmente somos, encarnado aquí en la Tierra.
A diferencia de la mayoría de las vías espirituales, el Tantra no desecha lo "de abajo". El Tantra no pretende ir a ningún cielo fuera de aquí, sino traer el Cielo a la Tierra. El Tantra es la visión unitaria, no dualista por excelencia. Y desde esa visión no dualista, donde todo es lo mismo, donde Dios es todo, donde Dios está arriba y abajo, el Tantra tampoco rechaza o relega la sexualidad como opuesta a lo espiritual.
Todo lo contrario, el Tantra utiliza la sexualidad como la poderosa energía sagrada que elevándola nos puede llevar a expandir nuestra consciencia, una vía directa al Espíritu en nosotros. El Tantra considera la sexualidad como una energía primaria que está en todo y en nosotros mismos, en nuestro interior. El Tantra nos enseña a aceptar esa energía y a hacernos maestros de ella, tanto en nuestra relación con nosotros mismos como en la relación de pareja. Podemos considerar pues el Tantra como la vía donde se reconcilian y se unen esas dos polaridades tierra-cielo, espíritu-materia.
Considerando esa dualidad que siempre ha existido en la psique humana, podríamos afirmar que el Tantra es la unión de la sexualidad y la espiritualidad.
¿Cómo podemos practicar el sexo tántrico?
Existen diversos métodos, sin embargo existen pautas generalizadas, de cómo comenzar a practicarlo. Tomando en cuenta que el placer no está enfocado en el orgasmo, sino en el pleno goce de los sentidos que se comparten entre una pareja, podemos seguir las siguientes recomendaciones:
1 – Un excelente ambiente: La habitación o espacio donde se elija practicar el tantra, se recomienda tener, música relajante, aromaterapia (ya sea con incienso o velas), flores frescas en jarrones, alimentos ligeros como frutas y agua y por supuesto una absoluta privacidad, donde nada externo interrumpa. Es un excelente momento para desconectarnos del mundo y apagar aparatos móviles, etc.
2 – Acondicionamiento del cuerpo: Es importante sentirnos cómodos al momento de practicar el tantra, por consiguiente, podemos tomar una ducha relajante y estar bien aseados y libre de preocupaciones sobre nuestra condición humana.
3 – El juego de la respiración: con ella se marca el ritmo del encuentro. Se recomienda que la pareja se siente de frente y comience a respirar, hasta lograr que cuando inhale el aire, el otro esté exhalando. Se puede practicar con los ojos abiertos o cerrados. Algunos expertos recomiendan la contemplación fija para activar el deseo.
4 – Caricias y masajes: Las caricias comienzan de manera pausada, pueden ser circulares y evitando las zonas genitales. En este proceso la pareja prologa los besos para después. Pasados 15 o 20 minutos, se incluyen besos y caricias genitales leves.
5 – Penetración tántrica: Este es el momento en donde dos universos hacen conexión, y la penetración es inmóvil, con besos y caricias hasta que la penetración deja su estado inmóvil y comienza la sincronía en movimiento.
6 – Retrasar el orgasmo: Esto se logra por medio de pausar los movimientos, la respiración y las caricias suaves. Entre más se prolongue el estado de placer, mayor será el orgasmo. Lo ideal es que esta práctica dure dos a tres horas aproximadamente, con la finalidad de que la pareja, experimenté una fusión absoluta.
El tantra, se concibe como una meditación, que trae un sin número de beneficios de forma individual y de pareja. No solo mejora la vida sexual, sino fomenta una atmósfera armoniosa y de amor. Ayuda al incremento de la confianza y abre los canales de comunicación asertiva en las relaciones.
Es una práctica revitalizante, que mejora el autoestima, aporta fortaleza y fomenta la aceptación del ser, la seguridad en la toma de decisiones y disipa la incertidumbre en la vida de las personas, quienes se vuelven más intuitivas y resilientes.
Debido a los estudios existentes, sabemos que la meditación, ayuda a la estimulación neuronal lo que hace viable alcanzar los estados de consciencia de felicidad y plenitud. También, te hace disfrutar el momento presente, el instante es lo único real que tenemos a lo largo de nuestras vidas. Muchas veces nos perdemos en el pasado o en la ansiedad del futuro, y nos olvidamos que en el presente es el momento de real, donde podemos ser felices.
Con el tiempo y práctica, se verán los resultados positivos del mismo. El sexo tántrico, es entrega, es liberación, es fusión y compasión.
Cambia tu estilo de vida, aplicando una nueva forma de emplear nuestra sexualidad que trae beneficios invaluables para nuestro desarrollo como personas y como parejas. Profundicemos sobre nuestra sexualidad, liberemos de culpas y también seamos más compasivos con nuestras parejas sexuales, más allá del tipo de relación que tengamos.
Veamos la sexualidad como un vehículo que ayude con nuestras creencias espirituales y ser mejores seres humanos.
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